lunes, 15 de diciembre de 2008

MUERE UN NARRANADOR

Portada del último libro de Raúl Parra. Supongo que ése riéndose es él.
Todavía no sé cuando murió Raúl Parra. Supe de un amigo que sucedió la primera semana de este mes, pero aún no me entero de todo. Conocí a Raúl Parra a principios del 2006 y permanecí un año y medio en su taller, de hecho, fue el primero que tomé. Aprendí casi todo aquello que uno no puede hacer al escribir. Aprendí que el silencio del texto dice más cuando sabemos podar las ramas secas. Por Raúl conocí a Julio Torri, dicen que antes de su enfermedad llegaba a dar clases en bicicleta y quizá eso era en honor al saltillense. El taller de Raúl Parra en la facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, era un lugar donde uno presentaba su trabajo y después corría a las trincheras para no recibir un disparo directo; las críticas eran mordaces, unas con fundamentos otras tantas sólo por decir algo y no permanecer callado. Muchos no regresaban a ese campo bélico-literario. Raúl Parra siempre buscaba buena literatura en sus alumnos, recuerdo frases como "hay intuición poética", "recuerden la hora nalga" (probablemente más larga que la de Alfonso Reyes), y ahora yo le diría a él "gracias por las neuronas" como la despedida de cada clase y la última lección. Aquí recupero algunas de las poenotas y narranadas, no sé si sean aforismos, sentencias, epigramas o lo inverso de estos géneros breves. O como él mismo dice: se escribe poco para decir mucho o nada.
........................................................

POR AHORA
Ni espíritus/ ni almas gemelas/ simplemente tu carne

AUTORRETRATO
Luminoso de las tripas/ oscuro de la sesera

PARÁFRASIS DE MIGUEL
Tus labios de arriba al cielo/ y la tierra tus otros labios

CONCLUSIÓN
Mi alma miente/ mi carne no

BULEVAR
Tus glúteos me conocen,/ en el bulevar de sus reflejos/ yo me narciso

ORIENTACIÓN VOCACIONAL
La ventaja de la literatura es que estudias con quien quieres.

OTRA POENOTA ROJA
Lo encontraron ahogado en su propia mierda literaria

ATLETISMO
Para llegar a esa isla,/ que es mi persona,/ nada

FURIA UTERINA
La mar no te cabe.

Soy el líder,/ nomás/ que no hallo/ al contingente.

La vida es breve, mi poesía más.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Romance de una dalia y el sol


a Abigail Rubio
El padre salta de júbilo
por tener aquella dalia,
que lleva la luz del día
con los pétalos obscuros.
Los horizontes resbalan
sobre cada listón suyo,
y yo miraré la aurora
entre sus cabellos curvos,
que dicen de donde viene
cuando los cielos son surcos.
El sol es un potro lento,
lo cubre mi pulgar zurdo,
y va por la misma ruta
para ser otra vez mudo.

El padre salta de júbilo
por tener aquella dalia
con voces en alemán
entre mi rumor confuso.
No encuentro tras sus pestañas
más que el borde de otro mundo.
En la orilla del silencio,
callaré el rimar absurdo,
sus ojos serán el ritmo
de un atardecer acústico,
y su nombre dirá fuente
bajo jardines obtusos;
pues sólo yo sabré cuando
se fue la luz de su curso.

martes, 25 de noviembre de 2008

Al margen de mis libros de estudio

Nicolás Guillén estudió Derecho en la Universidad de La Habana durante tres semanas y escribió estos tres sonetos agrupados bajo el título “Al margen de mis libros de estudio”, bastante reveladores del desencanto que le llevó a abandonar la carrera.

I

Yo, que pensaba en una blanca senda florida,
donde esconder mi vida bajo el azul de un sueño,
hoy pese a la inocencia de aquel dorado empeño,
muero estudiando leyes para vivir la vida.

Y en vez de una alegría musical de cantares,
o de la blanca senda constelada de flores,
aumentan mis nostalgias solemnes profesores
y aulas llenas de alumnos alegres y vulgares.

Pero asisto a la clase puntualmente.
Me hundoen la enfática crítica y el debate profundo.
Savigny, Puchta, Ihering, Teófilo, Papiniano…

Así cubren y llenan esta vida que hoy vivo
la ciencia complicada del administrativo
y el libro interminable del Derecho Romano.


II

Luego, en el mes de junio, la angustia del examen.
Pomposos catedráticos en severos estrados,
y el anónimo grupo de alumnos asustados
ante la incertidumbre tremenda de dictamen

que juzgará el prestigio de su sabiduría…
aplaudid aquel triunfo que el talento pregona,
y mirad cómo a veces el dictamen corona
con un sobresaliente una testa vacía.

Deshojar cuatro años esta existencia vana,
en que París es sueño y es realidad la Habana;
gemir, atado al poste de la vulgaridad,

y a pesar del ensueño de luz en que me agito,
constreñir el espíritu sediento de infinito
a las angostas aulas de una Universidad.


III

¿Y después? Junto a un título flamante de abogado,
irá el pobre poeta con su melancolía
a hundirse en la ignorancia de alguna notaría,
o a sepultar sus ansias en la paz de un juzgado.

Lejos del luminoso consuelo de la rosa,
de la estrella, del ave, de la linfa, del trino,
toda la poesía de mi anhelo divino
será un desesperante montón de baja prosa.

Y pensar que si entonces la idealidad de un ala
musical, en la noche de mi pecho resbala
o me cita la urgente musa del madrigal,

tendré que ahogar, señores, mi lírica demencia
en los considerandos de una vulgar sentencia,
o en un estrecho artículo del Código Penal…

domingo, 16 de noviembre de 2008

El sonetista (musa vieja)

Lilia Prado. "Soy la mujer más feliz de mi vida" Efraín Huerta.

sábado, 25 de octubre de 2008

RESTA SIMPLE O CÓMO CALCULAR LA EDAD DE LA TIERRA




Unidad de Observación: Soy un parpadeo en el ser totalizador del planeta.

¿Qué edad tiene la Tierra?
4,600,000,000 años

¿Qué edad tengo yo?
20 años, 6 meses, 12 días.


Las operaciones básicas nunca resultaron sencillas. Una resta es un colapso vertical de cantidades que me encierran en los mismos ceros desde niño, cuando las cifras me sobraban tras el signo de menos:

Menos la primaria, menos cualquier trato con desconocidos a solas, menos la cuadricula aprisionando números frágiles, menos las efemérides de nombres soberbios, menos mi mano pegajosa dentro de la mochila, menos cada una de las canicas rotas, menos las monedas que sacaba del baño a escondidas, menos un sándwich aplastado como el corazón de mis compañeros, menos los días de examen sorpresa, menos los recados que la maestra anotaba para mis padres, menos las horas-tarea, menos la comida instantánea, menos más menos: una resta con exponente diez a la menos qué.


(+) Soy sincero
(+) Compadezco a los niños porque sus mejillas deslumbran como girasoles

(-) Tengo seis clasificaciones para todas las personas
(-) Padezco de delirios e insomnios agudos
(-) Soy escéptico a cualquier manifestación de fe
(-) Llevo en mí los mismos errores de mi padre
(=) Veo a la humanidad como en una función de media noche y soy el único despierto

…………………………………


El mundo acabará pronto
y éste es su estertor inacabado durante eras
bajo la inconsciencia de todos los humanos posibles.
Las multitudes derramándose por la demencia común
de ser observados por el ojo de un dios mecánico.
Nuestro Señor es vengativo y caprichoso
escribe en cada hijo los evangelios de otro milenio
todavía nadie entiende lo que está escrito
pero se hacen conjeturas por una palabra
de una lengua traída hasta las primeras causas
cuando las formas fueron un fondo regular
cuando el grito era un diapasón
que llegaba desde el centro de la tierra
cuando el relámpago fue la única luz vista
cuando la vida era un cielo de sombras
cuando la naturaleza sólo fue una proyección más
cuando el mar era una gigantesca pregunta
cuando el verbo era mudo por sí mismo
cuando las rocas fueron nuestras posibilidades más reales
encima de esa nebulosa que sostenía el cuerpo
en las regiones más altas
en los planos menos lógicos de una secuencia
que se pierde en mí al conteo de los signos.
Una melodía reproduce la unidad
de lo que están hechas las cosas
dentro del festival que somos
bombeados por música en segmentos e intercesiones.
Aún me siento como una gloriosa Pangea
porque continuo ensayando mis veinte años
y parece un grito en la punta decisiva
que es mi más remoto ancestro.
Mi edad es un logaritmo arcano
esta fecha de 1988 soy yo y es ilusoria
traza una espiral abierta y voraz
traga todas las generaciones anteriores
hasta romper la célula que es el cero más hermoso.

Otra vez sentí mis valores endebles
eran tan falsos como el sonreír de los muertos
porque hasta ese instante nunca había escuchado
caminar a las hormigas
con su marcha de escuadrones perdidos
o susurrar el musgo bajo la escalera
Nunca quise escuchar a la Tierra
aunque me llamó con una sonata breve
y terminante para todas las creaturas albas.
Supe que de nada me valía el recorrido
cultivar mi tierra inútil
haber viajado solo a la India
conocer a los poetas de la generación inmediata
aprender a evadir a las personas
llevarme a inocentes a la cama
leer a los franceses del siglo XIX
traducir al esperanto el poema de Gorostiza.
¿Dónde está el punto de todo esto?
¿Cuál es la convergencia de lo que hago?
Nuestro planeta morirá en pocos años luz
el sol dirá adiós como una bombilla fundida
y habrá acabado la era estelífera del universo.
Yo mientras tanto seguiré aquí
naciendo en hombres ignorados que serán yo
en cada uno volveré a tener
20 años 6 meses y 12 días
me preguntaré de nuevo todo esto o quizás más
sabré que soy el choque de las muertes negadas
que desde la primaria hacía poemas
para recitarlos como unas tablas de multiplicar
después mis amigos dirán que estoy loco
y yo estaré callado
mientras el cielo haga sus últimos esfuerzos.
Pondré mayor atención a la plantas
al derretimiento de los polos
a las partículas totales de esta ciudad
porque nuestro réquiem ya tocó la nota
y un amigo advierte
que al principio de ese pentagrama el leyó un silencio.

………………………………


Recuerdo que aquella noche volví a calcular la edad correcta de la Tierra, pero fallé cada vez que miraba mis manos.

Mis manos son chatas, sus dedos son robustos y ásperos. Tengo ahora líneas naciendo en ambas palmas para ocasionar las dudas más fundamentales a la quiromancia.

La quiromancia es un arte de pillos, como decía mi abuela Camila, hoy sé que ella estaba enamorada a los doce años y un gitano se llevó su suerte con el corte de las cartas.

Las cartas, los dados y el azar son la mitad de una figura que apenas ahora comprendo, la otra mitad simétrica es el fatalismo.

El fatalismo es saber las historias y darse a la tarea de falsificarlas, así será nuestro recuerdo.

………………………………


Ejemplo de cómo conocer la edad del planeta a través de en una operación básica:


20 (edad de Meme Rocha)
- 4,600,000,000 (edad aproximada de la Tierra en años)
____________
(el resultado siempre será un número negativo)

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poema inédito de Meme Rocha

martes, 30 de septiembre de 2008

EXPEDIENTE PREVIO


Ya está mi poemario en la Red de los Poetas Salvajes, gracias a Yaxkin Melchy por el diseño.

martes, 16 de septiembre de 2008

Lo que no se registró

Foto al atardecer de regreso a la ciudad.
No consta en actas:

- La soledad de mis manos cuando se acarician tristes en el lavabo.
- Las tareas inconclusas por miedo a recortar lo que pensaba.
- Los cuadernos donde dibujé un continente con el vestido de mi madre.
- Las clases de inglés por la tarde cuando respiré a jabones.
- Los célebres apodos de mis amigos del salón sexto C.
- Mis ojos de niño enfermo tras ver la vida en un álbum de estampas.

No consta en actas:

- La paloma que delineó mis iniciales torcidas en el cielo.
- Las cartas de amor con caligrafía impecable y renglones revoloteando.
- Los campos vírgenes donde jugaba futbol con una pelota ponchada.
- Los desvanecimientos del sistema bajo los números de la aurora.
- Cada mes que las niñas dijeron un “no” y su burla fue una armonía.
- Aquella lata que dejaba medio llena cuando bebí afuera de mi casa.

No consta en actas:

- El ciclo de fracasos volviendo con la lluvia larga de la estación.
- Los atardeceres diáfanos que no pude revelar con la cámara.
- La constancia de no tener más de una camisa que dice la verdad.
- Donde llegué hasta un faro mítico que después vi en todos lados.
- Cómo soy realmente en un cuadro de muchas voces.
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Segunda parte de Documento Faltante

sábado, 23 de agosto de 2008

El hombre del alba

Efraín Huerta

Yo vivo feliz con mi D.F., por eso me gusta tanto Efraín Huerta y su declaración amor-odio a la ciudad (Te declaramos nuestro odio a ti, magnifica ciudad), esto fue un ejercicio poético a partir de un epígrafe en el taller de Federico. Cambié unas cositas y así lo publico.

Te repito que descubrí el silencio
(Primer verso del libro "los hombres del alba" 1944)


Las alcantarillas murmuran secretos
caídos por la tubería
cuando cada hombre se levanta a diario
y dice los buenos días sin amaneceres
tras una interrogación puntiaguda
que forman las áspas del séptimo sueño.
Afuera la madrugada
trae siempre a la gente ya vencida
de una ciudad que se duele
desde el sur bajo una botella.
Calla la noche
y sólo escribe punto suspensivos.

domingo, 10 de agosto de 2008

Hablando con Miguel Gaona

Yaxkin Melchy, Eduardo de Gortari, Cynthia García y yo en la plaza de armas. (Yo ocupado al teléfono y descuidando a la vida que me sonríe)

¡Viva don Julio Torri!

Mientras los poetas Eduardo de Gortari y Julián Herbet discutían sobre el futuro de la poesía y las novedades de los poetas mexicanos, yo simplemente hago muecas a la cámara.
-Es la primera vez que viajo tan al norte. Eso fue la conclución de nosotros cuatro (Yaxkin, Itzcoatl, Eduardo y yo) cuando íbamos en el camión rumbo a Coahuila. Viajamos de noche y todo el paisaje se nos fue por la cortina azul de la ventana, sólo Eduardo comentó sobre un desierto que se extendía sabe Dios donde. Cynthia fue quien nos guió por la ciudad en nuestra visita, conocimos el Dublin y el cerdo de Babel, no me enteré de los grandes atractivos turísticos de la ciudad, sólo aprendí sobre la "fuente de las musas"como el regalo del gobierno francés a México en el centenario de su independencia.
Comencé mi lectura con una cita del "cuentagotas" Bienaventurados los crédulos porque de ellos es el reino de la ficción, un detalle significativo para mí, aunque más tarde los periódicos lo conviertieran en un lugar común con las fanfarrias de un quasi-libertador "VIVA DON JULIO TORRI, VIVA LA POESÍA". Me sentí como un rockstar por la cantidad de entrevistas y fotos que tomaba la prensa local, cómo olvidar al "Sigi" y su nota con un inglés pésimo. De todas maneras fue lindo que tomaran a fondo nuestros proyectos.

En Saltillo dejamos varios apodos ocacionales y otros tantos que tal vez perdurarán; pero también dejamos a gente cordial y desinteresada (dudo ahora de mi postura Hobbesiana sobre la naturaleza del hombre, eso de que estamos en constante disputa de honores e intereses, no lo vi tanto en los saltillenses); dejamos también los burritos del tamaño de una regla escolar (yo quería otro de pura gula pero no se lo dije a Cynthia, ella sabe de mis errores de comunicación y del delirio del saco de la sobriedad); dejamos a los hermanos poetas Julián Herbert y Miguel Gaona (gracias Miguel por la dotación del libros del ICOCULT); dejamos de tener una casa de puros poetas en la calle Jesús de Mendoza, número 805 colonia Virreyes; dejamos el café en donde no sólo nos daban el trago de cortesia sino la cena entera.

Cynthia dice que conocimos a la gente bonita de su "pueblo", quizá tenga razón. Pienso que viajamos más al norte de nuestra República, y no me refiero al país del doble queso y el super size; sino a un polo donde la gente se conoce bien sin llenarse la boca de fuego o carbón. Diré en contra únicamente aquello sobre la disposición gubernamental de la prohibición de venta de alcohol después de las 23:00 horas, habrá que someterlo a un análisis de constitucionalidad. Se los advertí al final de la lectura a todos los saltillenses presentes.

domingo, 27 de julio de 2008

LECTURA EN SALTILLO

Muchas gracias a la banda del Café Mundo Aparte por invitarnos a leer y también agradezco a Cynthia García, pues por ella sucedió todo.

miércoles, 16 de julio de 2008

FESTIVAL SUBTERRÁNEO


Los esperamos para las cuatro fechas. Cada poeta tiene lo suyo, así que no falten a ninguna. Doy las gracias a Mayté Alejandra quien nos hizo éste bonito cartel.

miércoles, 9 de julio de 2008

¿Por qué inicia el procedimiento de ausencia?

Julio Cortázar difuminado por la calle.

IV. El procedimiento de ausencia se inicia:

a) Cuando la persona deja su domicilio atrapado en una secuencia de números impares, hasta sumarse entre las series aritméticas que cuentan el abandono de las vidas.

b) Tras un periodo donde el individuo se queje por las punzadas de cada semáforo o por los anuncios que le da la muerte durante la programación televisiva a mitad de la noche.

c) Bajo la fase de no-persona que taladra los cráneos a fin de año.

d) Por el curso fluvial en el drenaje y todo lo nocivo que brota desde el estómago rojo de la ciudad.

e) A petición de la persona o de sus familiares.

f) Por ebriedad constitudinaria o vivir la noche opuesta.

sábado, 28 de junio de 2008

Será Germán

Placa de G. L.A en la Casa del Poeta Ramón López Velarde
G.L.A.
(Gobierno de Libre Acción)

La Grúa Lisa un Artífice
El Gramaje Listo Arzubide

Gracias
Graffiti
Grafólogo
Gramática

Gravitando en Lumbre de Arce

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Me voy para la Revolución!
(dijo la A a un caudillo del sur)

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Geranio triste es Germán
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Dormí Lopezvelardiano
Bajo la Casa del Poeta
Germen o Germinará?

martes, 10 de junio de 2008

CONTRATO DE SEGURO



Que celebran en esta ciudad de condominios anestesiados y glorietas sucesivas, el sr. MANUEL DE J. que se denomina más con la “J”, porque el JIMÉNEZ cuelga con su acento sobre un Polo Sur de millones de patronímicos. La srita. AlMA MARÍA se filtra por los zapatos dejando un río olvidado por donde anda; sus hombres construyeron ahí una fortaleza, así creció su apellido TAPIA con los bloques de lodo de otras paredes. Ambos con capacidad para desdoblarse por una escalera de caracol que los lleva a un sótano blanco lleno de cajas vacías. Las partes se sujetan a las disposiciones más obscuras para meter su cabeza y obligarse a salir vivos.
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Proemio del "contrato de seguro", Los autos perdidos

jueves, 5 de junio de 2008

Convocatoria trifulquiña



A trabajar para que salga bien para nosotros y ustedes: para todos.

jueves, 22 de mayo de 2008

Confesional

Foto del indiciado. Dice llamarse Manuel de J. Jiménez, originario del Distrito Federal, se le acusa por posibles violaciones al artículo 386 del Código Penal para el D.F.

Robé al nobel Boris Pasternak su piscina de los mundos. La guardé por varios años. Olvidé que bajo la quietud nadaba la verguenza como una bestia microscópica, que entra por la nariz y devora tus pulmones. Confieso ser poetastro, que me castigue con las mandíbulas del ius puniendi el altísimo Estado de las Letras.

domingo, 18 de mayo de 2008

¿Dónde está el pájaro azul?

ilustracción: Jimo (o sea yo)
Desde su aparición en París, Maurice Maeterlinck se interesó por el teatro. Los dramaturgos simbolistas hicieron una llamada a la “desteatralización”, que se traducía en desproveer al teatro de todas sus trabas técnicas y escénicas, propias del siglo XIX; remplazándolas por la espiritualidad del texto y una interpretación genuina de los actores. El ritmo de las obras era en general lento y parecido a un sueño. El propósito era provocar una respuesta más inconsciente que intelectual en el espectador.
Un ejemplo de este tipo de teatro es El Pájaro Azul, obra publicada en 1909. Aunque las obras de Maeterlinck con mayor concentración de simbolismo fueron realizadas en las últimas décadas del siglo XIX, como La princesa Maleine (1889) y Pelléas y Mélisande (1892), El Pájaro Azul contiene elementos que lo pueden catalogar en dicha corriente. La obra presenta una variedad de imágenes que se crean y se disuelven en un contexto cercano a lo épico, en donde dos hermanos –Tyltyl y Myltyl- realizan una proeza que se transformará en una ensoñación de redescubrimiento.
Tyltyl y Mytyl se encuentran en casa, curioseando a sus vecinos. Ellos se ven sorprendidos tras la llegada de una vieja encorvada y tuerta, vestida de verde. Se dice ser el Hada Beryluna, guarda en su caperuza roja un secreto y ha venido especialmente ha encomendarles una misión: encontrar al Pájaro Azul.
El secreto es un Diamante, este artefacto vislumbra una dimensión escondida, en donde todas las cosas tienen vida y se animan. Haciéndolo girar de derecha a izquierda, puedes contemplar la esencia de los objetos. Se ve al instante mismo lo que hay en las cosas: el alma del pan, del vino, de la pimienta por ejemplo. El hechizo nos permite conocer a los acompañantes de los niños: el alma de la Luz, el Fuego, el Agua, el Pan, el Azúcar, el Perro, la Gata y la Leche.
El primer encuentro que tienen Tyltyl y Mytyl es con sus hermanos y abuelos, los vuelven a ver en El País del Recuerdo. Los familiares ya están muertos; aunque ciertamente el abuelo Tyl manifiesta que no lo está del todo. En el País del Recuerdo todos los habitantes están en un letargo, pero las personas despiertan a veces y vuelven a ver cuando alguno de los vivos los evocan o recuerdan. Ahí el abuelo Tyl dice: -Sí, no es poco lo que dormimos aguardando que un pensamiento de los Vivos nos despierte... ¡Ah! Bueno es dormir cuando la vida ha concluido...Pero agradable es despertarse de cuando en cuando. En ese lugar los viajeros encuentran al Pájaro Azul, ya lo tienen en una jaula. Al verlo de nueva cuenta, satisfechos de haber cumplido su misión, se percatan que el Pájaro no es más azul, se ha vuelto negro.
En El Palacio de la Noche, Tyltyl con ayuda de sus amigos, atrapa pájaros azules en una parvada que se extiende en un jardín inmenso. Hay millares de ellos, y tienen muchos para entregarlos a la Hada. Las aves no soportan el cautiverio. Al instante, ya hacen con la cabeza pendiente y las alas rotas.
Los niños conocen a los Groseros Goces en otro lugar encantado. En los Jardines de las Dichas tratan aquellos llamados: Goce-de-ser-rico, Goce-de-la-vanidad-satisfecha, Goce-de-no-hacer-nada y demás goces banales. Con este hecho, se muestran a los bienes como dichas groseras. El autor ,en boca del protagonista, dice: “los que no tienen, pueden mirar a los otros”. Son al fin y al cabo tan burdas las cosas materiales, que vale más verlas que poseerlas.
También se conocen a las verdaderas Dichas. Nunca las habían visto, pero conviven con los niños desde hace años. Siempre han estado cerca de ellos. Lo recién descubierto es un tesoro, por lo que la Luz advierte a Tyltyl: -Veras a muchas más a medida que la influencia del Diamante se derrame por entre los jardines... Se encuentran sobre la tierra muchas más Dichas de lo que uno cree; pero no las descubren la mayoría de los hombres.
El último lugar es El Reino del Porvenir. Allí habitan los niños azules que han de venir en un momento preciso al mundo, con la autorización del Tiempo. Él es guardián del cosmos, anciano de barba flotante, lleva como arma una hoz y en la otra mano sujeta el reloj de arena. Todos los niños traen consigo la marca de su vida. Son millones los ansiosos que esperan vivir. No hay otra cosa que hacer en El Reino del Porvenir, más que planear inventos, hazañas y maleficios.
Regresan de la travesía. Tyltyl y Mytyl despiertan de su sueño, para darse cuenta de que la pobre casa en que habitan es bellísima. Hay una revitalizante sensación que inunda el ambiente. La luz alumbra las cosas de una manera distinta. El Pájaro Azul esta ahí, en su habitación: es la pequeña tórtola que siempre han tenido en la jaula. Nadie la había visto, era tan común y cotidiana, que no se molestaban en voltear. Más tarde, cuando asimilan el descubrimiento, el Pájaro Azul huye y nunca se sabe de él.
La alegoría se presenta de manera constante. El Pájaro Azul, ave inasible, es la encarnación de la felicidad perfecta. Esta felicidad en cierta medida, se identifica con el conocimiento de todas las cosas. En la trama es necesario encontrar al ave para concretizar nuestros anhelos. Sin embargo el Pájaro Azul no puede coexistir con humanos, sin que cambie el color cerúleo de su plumaje o muera irremediablemente. En un inicio aparece ilusoriamente en todas partes. Al ser atrapado, su encanto desaparece. La felicidad, podríamos decir, no depende de su posesión; sino sólo del intento que significa emprender su búsqueda.
En el último dialogo, Tyltyl comprende la naturaleza errante del Pájaro Azul. Piensa, una vez que el ave ha volado, en la esperanza de algún día volver a prenderlo. –Si alguno lo encontrare de nuevo, ¿querría devolvérmelo?... Necesitamos de él para ser felices más tarde.

sábado, 10 de mayo de 2008

REGALOS


Hoy busqué en la recamara un obsequio para darte, forrado de un celofán sincero que se despliega con paciencia, llevando figuritas de mi piel.
Intenté escribirte una nota de breviario, que cifrara usando el papel de una rapsodia con humos, la escritura padecida en una tarde más lenta que todas las anteriores. Las nubes estornudan, contagiaron al verbo.
Yo no sé construir engaños ni hacer papiroflexia, para doblarme y desdoblarme como un cisne de servilleta. Tampoco conozco tus gustos, por eso me abstengo de floreros y siluetas animales o retazos agridulces de cariño, dejando mis intenciones poco claras.
Así no entrego corazones para que los comas a mordiscos. No doy telescopios, ni salitre de ultramar (no esperes el océano y las estrellas). Aunque parezca tímido, reservo mis regalos y me conformo con novedosas modalidades de decir un hola.
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de Líneas peatonales

domingo, 4 de mayo de 2008

CIUDADANO AUSENTE


REGISTRO FEDERAL DE CIUDADANOS AUSENTES

Nombre: (artículo 60. El padre y la madre están obligados a reconocer a sus hijos.)

Edad: (artículo 24. El mayor de edad tiene la facultad de disponer de su persona.)

Sexo: ------ >

Domicilio: (artículo 29. … en ausencia de éste, el lugar donde simplemente resida y, en su defecto, el lugar donde se encontrare.)

Folio: 0409060110548

Año de registro: 2008 00

CURP: JJMPS86012509H000

Estado-Distrito- Delegación-Municipio-Localidad-Sección.
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Fragmento de "ciudadano ausente", Los autos perdidos

sábado, 26 de abril de 2008

Taxonomía de mujeres


Julio Torri hizo una aventura zoológica para buscar un patrón en las señoritas. Sin embargo creo que es casi imposible lograr una clasificación certera de los tipos de mujeres que existen, las representaciones y alcances femeninos son tan abundantes como cada una de ellas. Este es un intento del maestro para establecer rasgos compartidos, no sé si sea un afán reduccionista de Torri, pero sí una personificación loable. Y si las lectoras acusan al maestro de misógino, no opinen antes de no haber leído "A Circe"o "La amada desconocida". Ellas fueron sus fines.
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1) Mujer elefanta. “Siempre me descubro reverente al paso de las mujeres elefantas, maternales, castísimas, perfectas”. Es la debilidad del maestro toparse con este espécimen de féminas. Por lo general lucen bondadosas e inocentes, (pueden en el fondo encarnar a una lolita, pero no siempre al modo Nabokov) reservadas, pacientes y sentimentales; ideales para descargar todo el imaginario amoroso.

2) Mujer reptil. Es el género común de toda mujer de sangre fría. Encontramos mujeres serpiente, cocodrilo, camaleón, lagarto, etc. “Sé del sortilegio de las mujeres reptiles –los labios fríos, los ojos zarcos- que nos miran sin curiosidad ni comprensión desde otra especie zoológica”.

3) Mujer tarántula. Tejen el destino de los hombres en un instante, criaturas extravagantes. Nunca las mires a los ojos. “Convulso, no recuerdo si de espanto o atracción, he conocido un raro ejemplar de mujeres tarántulas. Por misteriosa adivinación de su verdadera naturaleza vestía siempre de terciopelo negro. Tenía las pestañas largas y pesadas, y sus ojillos de bestezuela cándida me miraban con simpatía casi humana”.

4) Mujer asna. “Las mujeres asnas son la perdición de los hombres superiores” Sentencia del maestro después de haberlas seducido durante su vida. El mejor condimento para amar es la ignorancia.

5) La lucia vaca. Es la mujer de la que ya no se espera nada, pero no deja de ser impredecible cuando le hablan al oído. “Y tú, a quien acompasadas dichas del matrimonio han metamorfoseado en lucia vaca que rumia deberes y faenas, y que miras con tus grandes ojos el amanerado paisaje donde paces, cesa de mugir, amenazadora al incauto que se acerca a tu vida”.

sábado, 19 de abril de 2008

LA BUSQUEDA DE UN ENTOMÓLOGO

ilustracción: Milo Manara

jueves, 10 de abril de 2008

ERINIA


(este video se filmó en la casa de Yaxkin, Victor actua, yo digo)

sábado, 5 de abril de 2008

la estrella del electróforo

Georg Cristoph Lichtenberg (1742-1799)

En la mayoría de las ocasiones los descubrimientos no se deben al rigor científico, sino a actos de prestidigitación.
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Cerca de 1777 un profesor de la Universidad de Gotinga se da cuenta de las figuras que se forman en el electróforo, trabaja en ellas hasta poder manipularlas y hacer a su voluntad las estrellas y asteriscos que se convertirían en sensación para los científicos de la época. Georg C. Lichtenberg fue quien llevó este descubrimiento a la comunidad ilustrada del siglo XVIII.

Si bien su nombre sonó por cierto tiempo, no fue por eso que hoy lo recordamos, de ser por eso, hubiera pasado al catálogo de científicos anónimos de todos los tiempos. Manejar a su antojo unas chispas eléctricas a manera de estrellas no es un acontecimiento que revolucionó la ciencia, sino más bien sabemos de él por lo que hacía en sus ratos de ocio y por ese afán compulsivo de escribir todo lo que se le viniera en mente, por pequeña que resultara la idea. Lichtenberg fue un hombre sencillo a su modo, se casó dos veces con las mujeres más simples (una florista y otra vendedora de pescado), se dedicaba a hacer almanaques o a dar clases de física y matemáticas en la universidad del pueblo. Viajó una vez a Inglaterra para aprender bien alemán como él decía, y todo esto lo hizo con una venenosa hipocondría, una joroba y con 1.55 cm de estatura.

Lichtenberg es, a juicio de Nietzsche, uno de los pocos escritores “rescatables” de Alemania, quizá porque desconfiaba de la naturaleza humana y se mostró suspicaz con la Ilustración o lo que él llamó un experimento político: la Revolución Francesa. Qué se puede esperar de alguien que dice: “la mucha lectura nos ha brindado una barbarie ilustrada” o quien afirma “en verdad hay muchos hombres que sólo leen para no pensar”. Podemos decir que este personaje fue un antirracionalista que vivió en pleno siglo de la racionalidad y, peor aún, en el país de los hombres más metódicos. Lichtenberg no fue tanto de eso, sólo fue un hombre sumamente lúcido.

En sus aforismos Lichtenberg habla casi de todo, tiene un poquito para cada cosa, y en verdad fue un ser lacónico, porque la brevedad fue su vehículo de ironía y reflexión habitual; así todos sus aforismos, máximas quizás o epigramas que le conocemos hoy, son gracias a una recopilación póstuma de la labor minuciosas de revisar sus apuntes y cuadernos. Nunca pudo concluir una novela a pesar de su gran admiración por Shakespeare, compuso algunas cuartetas de versos para bodas a fin de ganar algo, gustaba del teatro aunque nunca pretendió ser dramaturgo; el drama ya lo había encerrado en unas oraciones aisladas.
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Algunas observaciones de Lichtenberg sobre la literatura y el quehacer del escritor:
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*La metáfora es más inteligente que su autor, y eso sucede con muchas cosas. Todo tiene su profundidad. Quién tiene ojos ve todo en todo.
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*Las reglas de la gramática son meras convenciones humanas; por eso cuando el diablo se le aparece a los poseídos habla un mal latín.
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*En cierta obra un hombre célebre prefería leer lo que tachó que lo que dejó.
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*Al prólogo se le podría llamar pararrayos.
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*Al escribir mantén la confianza en ti mismo, un orgullo noble y la certeza de que los demás no son mejores que tú; ellos evitan tus errores y en cambio cometen otros que tú has evitado.
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*No estaría mal un libro de primeros auxilios para escritores.
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*Uno de esos esclavos negros en las plantaciones de la literatura.
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*Pasaron a la cripta familiar de mis pecados juveniles, la de los malos libros.
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*¿No es curioso que una traducción literaria casi siempre sea mala? Sin embargo, todo se puede traducir bien; ahí se aprecia qué tanto se entiende el idioma, es decir, qué tanto se conoce al pueblo que lo habla.
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*En la naturaleza no hay palabras, solamente iniciales. Al releer las nuevas "palabras" descubrimos que no son sino iniciales de otras.
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*Siempre es preferible darle el tiro de gracia a un escritor que perdonarle la vida en una reseña.

miércoles, 2 de abril de 2008

El poeta se acuerda de su vida


Perdonadme: he dormido.
Y dormir no es vivir. Paz a los hombres.
Vivir no es suspirar o presentir palabras que aún nos vivan.
¿Vivir en ellas? Las palabras mueren.
Bellas son al sonar, mas nunca duran.
Así esta noche clara. Ayer cuando la aurora
o cuando el día cumplido estira el rayo
final, ya en tu rostro acaso.
Con tu pincel de luz cierra tus ojos.
Duerme.
La noche es larga, pero ya ha pasado.
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Vicente Aleixandre (1898-1984)

lunes, 31 de marzo de 2008

la naúsea del viajero

ilustracción: Mora Diez
¿Qué hacer con aquel sentimiento que hunde la conciencia de los hombres en lo insulso de la vida? ¿Qué ocurre con el malestar que oprime la garganta y acartona los bulevares? La existencia es precisamente las vicisitudes de todos estos quehaceres reflexivos sin razón de ser. Esta gran existencia está plagada de muchas existencias ensimismadas, que se reagrupan en un caos sensorial o se encuentran suspendidas en el aire compuesto por partículas de otras diminutas existencias que respiramos cada día. Pero no todos los hombres llevan la pesadumbre de las existencias en su esqueleto, ni se preocupan por el sentido o el sinsentido de la vida; unos cuantos sí, y son precisamente ellos quienes viven este drama del absurdo.
¿Pero qué es el absurdo? Es absurdo el comportamiento de un chiflado que hace pantomimas en un sepelio. Lo es para todos los dolientes, pero no para el chiflado, en su contexto nada de lo que hace es absurdo. Lo más difícil de la existencia es eso mismo: existir. Existir implica una actividad tan recóndita que está alojada en los confines de nuestro ser, donde casi nunca la percibimos, pero cuando se advierte su contorno bofo y viscoso, la sensación aparece periódicamente hasta que la náusea nos cubre el cuerpo, nos toca la medula y se clava en nuestros huesos. En este caso, ya somos nosotros mismos la náusea y estará en nuestro organismo como un mal crónico; será una efervescencia que aparecerá de vez en cuando para poseer a todas las cosas: a las alfombras, a los cafés, a las floreros, las bicicletas y después, casi al final, la náusea será los rostros y el cabello de nuestros amigos.
De esto mismo padecieron grandes hombres, pero no sólo los grandes sino también los pequeños humanos que viven en los pueblos y en los suburbios, los hombres fugitivos de sí mismos y las personas que encontramos en las estaciones como Antoine Roquetin, quien sufrió los estragos de su propia vida y de las rutinas anquilosadas que vertían gotas de locura en cada una de sus actividades. Antoine estaba suspendido entre dos ciudades horas antes de tomar el tren que lo llevaría quién sabe donde. Por un lado sentía que Bouville lo ignoraba, al darse cuenta del olvido total en el que había caído después de haber dedicado parte de vida a está ciudad y sus parroquianos; por otro lado existía un rumor opuesto que se llamaba París, que no lo conoce y no lo quiere conocer. Sin embargo él sabe que su fortuna es lo de menos, ha dejado marchar en un vagón lo único que motivaba un ligero sentido a lo que los demás llamaban vida.
Ayer ella tenía la vida de Antoine en sus palmas, pero la dejó escurrir entre sus dedos que se extendían con el recuerdo de todos los ayeres. Ahora Antoine comprendía que el ayer es un hoy fusilado que todavía tiene la sangre tibia, y que el pretérito es un agujero donde la gente avienta su presente en cada momento. No sabe si aún se encuentra Anny sentada al lado del egipcio charlando tan banal y despreocupada sobre los horarios, o si quizás aquella mujer hoy pesada mas todavía joven que tanto amó, ya camina en Londres. Su cabeza fue un ramillete de nostalgias mutiladas, cuando en ese miércoles de 1932 escuchaba meditabundo un réquiem maravilloso: some of these days/ you’ll mis me honey.


No hay nada mejor para tolerar nuestra existencia que enfrentarla. Aceptar de vez en cuando que las horas desparramadas de existir no han sido las mejores, aunque se trate de nuestro proyecto de vida, que ideamos con esmero desde las sillas y nuestras camas. A veces la existencia de los otros no justifica nuestra propia existencia, aun cuando ésta sea la más intensa y desbordada que conozcamos. Roquetin advierte que su error siempre estuvo en querer resucitar al marqués de Rollebon. Hay que buscar una historia nueva que no pueda suceder cada día: una aventura. Así llegaremos tal vez a soslayar la náusea por largos periodos.

Quizá un día, pensando precisamente en esta hora, en esta hora lúgubre en que espero, con la espalda agobiada, que llegue el momento de subir el tren, quizá sienta que el corazón me late más rápidamente, y me diga: fue aquel día, aquella hora cuando comenzó todo. Y llegaré -en el pasado, sólo en el pasado- a aceptarme.

Entonces, llegando a ese punto dejaremos de ser los cangrejos y las langostas que entran a los bares, a las bibliotecas o a los cafés recién salidos del océano nauseabundo de las existencias, para poder vernos unos a los otros como los humanos que existen viviendo y que a veces somos.