sábado, 23 de agosto de 2008

El hombre del alba

Efraín Huerta

Yo vivo feliz con mi D.F., por eso me gusta tanto Efraín Huerta y su declaración amor-odio a la ciudad (Te declaramos nuestro odio a ti, magnifica ciudad), esto fue un ejercicio poético a partir de un epígrafe en el taller de Federico. Cambié unas cositas y así lo publico.

Te repito que descubrí el silencio
(Primer verso del libro "los hombres del alba" 1944)


Las alcantarillas murmuran secretos
caídos por la tubería
cuando cada hombre se levanta a diario
y dice los buenos días sin amaneceres
tras una interrogación puntiaguda
que forman las áspas del séptimo sueño.
Afuera la madrugada
trae siempre a la gente ya vencida
de una ciudad que se duele
desde el sur bajo una botella.
Calla la noche
y sólo escribe punto suspensivos.

domingo, 10 de agosto de 2008

Hablando con Miguel Gaona

Yaxkin Melchy, Eduardo de Gortari, Cynthia García y yo en la plaza de armas. (Yo ocupado al teléfono y descuidando a la vida que me sonríe)

¡Viva don Julio Torri!

Mientras los poetas Eduardo de Gortari y Julián Herbet discutían sobre el futuro de la poesía y las novedades de los poetas mexicanos, yo simplemente hago muecas a la cámara.
-Es la primera vez que viajo tan al norte. Eso fue la conclución de nosotros cuatro (Yaxkin, Itzcoatl, Eduardo y yo) cuando íbamos en el camión rumbo a Coahuila. Viajamos de noche y todo el paisaje se nos fue por la cortina azul de la ventana, sólo Eduardo comentó sobre un desierto que se extendía sabe Dios donde. Cynthia fue quien nos guió por la ciudad en nuestra visita, conocimos el Dublin y el cerdo de Babel, no me enteré de los grandes atractivos turísticos de la ciudad, sólo aprendí sobre la "fuente de las musas"como el regalo del gobierno francés a México en el centenario de su independencia.
Comencé mi lectura con una cita del "cuentagotas" Bienaventurados los crédulos porque de ellos es el reino de la ficción, un detalle significativo para mí, aunque más tarde los periódicos lo conviertieran en un lugar común con las fanfarrias de un quasi-libertador "VIVA DON JULIO TORRI, VIVA LA POESÍA". Me sentí como un rockstar por la cantidad de entrevistas y fotos que tomaba la prensa local, cómo olvidar al "Sigi" y su nota con un inglés pésimo. De todas maneras fue lindo que tomaran a fondo nuestros proyectos.

En Saltillo dejamos varios apodos ocacionales y otros tantos que tal vez perdurarán; pero también dejamos a gente cordial y desinteresada (dudo ahora de mi postura Hobbesiana sobre la naturaleza del hombre, eso de que estamos en constante disputa de honores e intereses, no lo vi tanto en los saltillenses); dejamos también los burritos del tamaño de una regla escolar (yo quería otro de pura gula pero no se lo dije a Cynthia, ella sabe de mis errores de comunicación y del delirio del saco de la sobriedad); dejamos a los hermanos poetas Julián Herbert y Miguel Gaona (gracias Miguel por la dotación del libros del ICOCULT); dejamos de tener una casa de puros poetas en la calle Jesús de Mendoza, número 805 colonia Virreyes; dejamos el café en donde no sólo nos daban el trago de cortesia sino la cena entera.

Cynthia dice que conocimos a la gente bonita de su "pueblo", quizá tenga razón. Pienso que viajamos más al norte de nuestra República, y no me refiero al país del doble queso y el super size; sino a un polo donde la gente se conoce bien sin llenarse la boca de fuego o carbón. Diré en contra únicamente aquello sobre la disposición gubernamental de la prohibición de venta de alcohol después de las 23:00 horas, habrá que someterlo a un análisis de constitucionalidad. Se los advertí al final de la lectura a todos los saltillenses presentes.