sábado, 25 de octubre de 2008

RESTA SIMPLE O CÓMO CALCULAR LA EDAD DE LA TIERRA




Unidad de Observación: Soy un parpadeo en el ser totalizador del planeta.

¿Qué edad tiene la Tierra?
4,600,000,000 años

¿Qué edad tengo yo?
20 años, 6 meses, 12 días.


Las operaciones básicas nunca resultaron sencillas. Una resta es un colapso vertical de cantidades que me encierran en los mismos ceros desde niño, cuando las cifras me sobraban tras el signo de menos:

Menos la primaria, menos cualquier trato con desconocidos a solas, menos la cuadricula aprisionando números frágiles, menos las efemérides de nombres soberbios, menos mi mano pegajosa dentro de la mochila, menos cada una de las canicas rotas, menos las monedas que sacaba del baño a escondidas, menos un sándwich aplastado como el corazón de mis compañeros, menos los días de examen sorpresa, menos los recados que la maestra anotaba para mis padres, menos las horas-tarea, menos la comida instantánea, menos más menos: una resta con exponente diez a la menos qué.


(+) Soy sincero
(+) Compadezco a los niños porque sus mejillas deslumbran como girasoles

(-) Tengo seis clasificaciones para todas las personas
(-) Padezco de delirios e insomnios agudos
(-) Soy escéptico a cualquier manifestación de fe
(-) Llevo en mí los mismos errores de mi padre
(=) Veo a la humanidad como en una función de media noche y soy el único despierto

…………………………………


El mundo acabará pronto
y éste es su estertor inacabado durante eras
bajo la inconsciencia de todos los humanos posibles.
Las multitudes derramándose por la demencia común
de ser observados por el ojo de un dios mecánico.
Nuestro Señor es vengativo y caprichoso
escribe en cada hijo los evangelios de otro milenio
todavía nadie entiende lo que está escrito
pero se hacen conjeturas por una palabra
de una lengua traída hasta las primeras causas
cuando las formas fueron un fondo regular
cuando el grito era un diapasón
que llegaba desde el centro de la tierra
cuando el relámpago fue la única luz vista
cuando la vida era un cielo de sombras
cuando la naturaleza sólo fue una proyección más
cuando el mar era una gigantesca pregunta
cuando el verbo era mudo por sí mismo
cuando las rocas fueron nuestras posibilidades más reales
encima de esa nebulosa que sostenía el cuerpo
en las regiones más altas
en los planos menos lógicos de una secuencia
que se pierde en mí al conteo de los signos.
Una melodía reproduce la unidad
de lo que están hechas las cosas
dentro del festival que somos
bombeados por música en segmentos e intercesiones.
Aún me siento como una gloriosa Pangea
porque continuo ensayando mis veinte años
y parece un grito en la punta decisiva
que es mi más remoto ancestro.
Mi edad es un logaritmo arcano
esta fecha de 1988 soy yo y es ilusoria
traza una espiral abierta y voraz
traga todas las generaciones anteriores
hasta romper la célula que es el cero más hermoso.

Otra vez sentí mis valores endebles
eran tan falsos como el sonreír de los muertos
porque hasta ese instante nunca había escuchado
caminar a las hormigas
con su marcha de escuadrones perdidos
o susurrar el musgo bajo la escalera
Nunca quise escuchar a la Tierra
aunque me llamó con una sonata breve
y terminante para todas las creaturas albas.
Supe que de nada me valía el recorrido
cultivar mi tierra inútil
haber viajado solo a la India
conocer a los poetas de la generación inmediata
aprender a evadir a las personas
llevarme a inocentes a la cama
leer a los franceses del siglo XIX
traducir al esperanto el poema de Gorostiza.
¿Dónde está el punto de todo esto?
¿Cuál es la convergencia de lo que hago?
Nuestro planeta morirá en pocos años luz
el sol dirá adiós como una bombilla fundida
y habrá acabado la era estelífera del universo.
Yo mientras tanto seguiré aquí
naciendo en hombres ignorados que serán yo
en cada uno volveré a tener
20 años 6 meses y 12 días
me preguntaré de nuevo todo esto o quizás más
sabré que soy el choque de las muertes negadas
que desde la primaria hacía poemas
para recitarlos como unas tablas de multiplicar
después mis amigos dirán que estoy loco
y yo estaré callado
mientras el cielo haga sus últimos esfuerzos.
Pondré mayor atención a la plantas
al derretimiento de los polos
a las partículas totales de esta ciudad
porque nuestro réquiem ya tocó la nota
y un amigo advierte
que al principio de ese pentagrama el leyó un silencio.

………………………………


Recuerdo que aquella noche volví a calcular la edad correcta de la Tierra, pero fallé cada vez que miraba mis manos.

Mis manos son chatas, sus dedos son robustos y ásperos. Tengo ahora líneas naciendo en ambas palmas para ocasionar las dudas más fundamentales a la quiromancia.

La quiromancia es un arte de pillos, como decía mi abuela Camila, hoy sé que ella estaba enamorada a los doce años y un gitano se llevó su suerte con el corte de las cartas.

Las cartas, los dados y el azar son la mitad de una figura que apenas ahora comprendo, la otra mitad simétrica es el fatalismo.

El fatalismo es saber las historias y darse a la tarea de falsificarlas, así será nuestro recuerdo.

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Ejemplo de cómo conocer la edad del planeta a través de en una operación básica:


20 (edad de Meme Rocha)
- 4,600,000,000 (edad aproximada de la Tierra en años)
____________
(el resultado siempre será un número negativo)

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poema inédito de Meme Rocha