sábado, 23 de mayo de 2009

Portarretraros parte II

foto Juan Rulfo


Publico esto antes que pase de moda este debate. La verdad quedé abrumado con todo lo que se dijo y se dirá al respecto. Esto, si bien es un ejercicio de crítica y de percepción de nosotros mismos y los demás, implica el desarrollo discursivo de una nueva generación de escritores. Quizás exista en nosotros una anticipación a lo histórico, cuando lo histórico sólo se hace con el paso del tiempo y lo que va quedando. Pienso en una vehemencia por crear verdaderas obras, frenesí de la no mediocridad. Hacer obras fuertes, “Éticas”, así en mayúscula como lo escribió Yaxkin. Gracias a Daniel Malpica, Roberto Banda, Eduardo de Gortari, Eliud Delgado y Krishna Avendaño por decir lo que tenían que decir. La poesía es como jugar cartas, así me dijo Alan Mills, y ahora conozco parte de las suyas.

Terminaré entonces lo que no acabé, con los cuatro puntos que me hacen pensar en los lastres de nuestra poesía y otras. Sé que mi comentario se encamina hacia lo malo, pero no hay más maldad que creer que todo está bien. Así tal vez logremos sanar fracturas y temores.

La actitud del autor. La obra de cualquier escritor llega hasta donde él quiere llegar. Aseguraba Julio Torri que “toda la historia de un hombre está en su actitud”. Yo diría, de algún modo, que también se encuentra su porvenir. El poeta debe creerse todo lo que se quiera creer menos un hombre promedio, un versificador de sus anécdotas, un glosador que sólo escribe pies de páginas de la realidad. La realidad es en suma una colisión de ficciones. Este mundo está en función del derecho, las matemáticas, la informática, la economía, entre otras ficciones científicas o técnicas. La tarea del poeta no es componer todo eso, es dibujar una ficción que contrarreste a las otras, siendo él el trazo y la dirección de esa línea. Los poetas comentaristas son los que se dedican a poetizar lo inmediato, los poetas cósmicos o “prometeicos” como decía León Felipe, son los que hacen poesía con el delirio y alumbran un universo en miniatura.

El apego institucional. La institucionalización de las actividades humanas fue un proceso gradual en la era del Estado moderno. El Estado, como lo conocemos ahora, es la gran prosopopeya de la humanidad. El Estado está en todos los actos humanos y hechos naturales, desde la hora centro de un país hasta las fronteras dictadas por el derecho internacional. El arte no ha escapado a la regulación estatal, y los parámetros de un Estado son las políticas públicas del gobierno en turno. El problema que veo, es que sólo se “legitima” un poeta cuando se le otorga el apoyo oficial, como si el reconocimiento de la institución pública se tradujese en el valor último del autor o de la obra. No es malo el apoyo oficial, el error es creer que ese es el único camino disponible, cuando existe una nutrida ramificación fuera de la validación certificada.

El prejuicio a la obra. Creo que uno de los máximos errores de la humanidad es el prejuicio. Es un proceso mental necesario, que nos hace la vida más cómoda y sintética. Para llegar a una noción rápida de cualquier objeto nada más confiable que el prejuicio. Hay varios indicadores en literatura: autor, premios que ha ganado, círculo de amigos y crítica nociva o mordaz. La obra debería ser la única fuente para juzgar al autor.

El hermetismo de grupo. Problema que va desde Los Contemporáneos hasta la sensación de pertenencia a una colectividad, el papel y lugar que tengo en ella, y la defensa de mis logros ante la venida de un posible usurpador. Los colectivos unen las fuerzas y nos hacen más poderosos, aunque se disputen intereses contrarios en un campo donde sólo caben 3 o 5 personas. La poesía no le conviene saber tanto de poder ni de oligarquías o “partidocracias” literarias.

Hay un mural de la poesía mexicana; dejemos que los autores caigan en un collage sin proporciones y quitemos de en medio los portarretratos que enmarcan las caras bonitas de los poetas.

Manuel de Jesús Jiménez, mayo 2009.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Manu, nuevamente se agradece tu capacidad de síntesis y claridad. Creo que es bueno reafirmanos en la discusión, discutir es construir.

En cuanto al hermetismo estoy de acuerdo en que un grupo por definición es un círculo, pero es un círculo más grande que el círculo del individuo, una generación es un círculo que abarca a ambos. Lo interesante de un grupo es la intersección con otros (circulos secantes) en las intersecciones aparecen cosas muy interesantes. Un círculo con ramificaciones se convierte en una neurona, y varias neuronas en una Red de pensamientos.
Ésta es mi forma de interpretar que intersección = collage. La crítica al hermetismo del grupo no es hacia la existencia de éstos, sino a su falta de intersección de querer hacer collage con otros grupos y disciplinas.

Nosotros, lo vivimos en carne propia de parte de mucha gente: los "poetas" de las caras bonitas que nos hicieron el feo cuando nos acercabamos ingenuamente con nuestra revista, primer esfuerzo.

Sé que al abordar el tema del hermetismo estamos lejos de buscar lo perfecto, de una comunicación omnipresente. Al hablar de hermetismo hablamos de una postura Ética: queremos ser una burbuja más de poetas en esta sociedad, o nos interesa abrir nuestra soledad hacia los demás poetas, hacia los compañeros artistas, hacia la gente y acompañarnos.

edegortari dijo...

Manuel: muy claro y bueno tu texto. Siento que Yaxkin tiene mucha razón en el matiz que da al hermetismo de grupo. Pero, incluso, la no interacción no es del todo deleznable, sería un poco como la conformación de "escenas" en la música. Lo más problemático, amí parecer es cuando los grupos se atacan entre ellos por motivos que casi nunca son literarios. Abrazos.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
.... jim haller .... dijo...

hola , saludos
sabes , empezare por decitrte ke habria ke ser poco mas analiticos ..
((Este mundo está en función del derecho, las matemáticas, la informática, la economía, entre otras ficciones científicas ))
estudie ing. industrial y tecnicamente no estudie situaciones ficticias , se plantean situaciones hipoteticas .. ahora imagina , plantear situaciones hipoteticas sobre algo imaginario ?
hay algo ke me parece inmediato y obligatorio y es el desligarse de tal o cual clase de poeta o escritor ...

Los poetas comentaristas son los que se dedican a poetizar lo inmediato, los poetas cósmicos o “prometeicos” como decía León Felipe, son los que hacen poesía con el delirio y alumbran un universo en miniatura.


Creo que uno de los máximos errores de la humanidad es el prejuicio. Es un proceso mental necesario, que nos hace la vida más cómoda y sintética. Para llegar a una noción rápida de cualquier objeto nada más confiable que el prejuicio

partiendo de la premisa ... un mundo e funcion de ficciones y estas a su vez e otras ficciones , acso capaces de vindicatr procesos mentales aleatorios definidos ligeramente , cuasi indefinidos ... entonces habria ke validar las consecuencias de tales procesos mentales en un mundo ilusorio ...

en efecto hay varios temas cuestonables e incluso aparentemente contradictorios en tu escrito ...

creer ser un ser superior (entiendase superior como sinonimo de diferente) , capaz de ver mas alla de tal o cual situacion por el hecho de poder fabricar mundos , mundillos , planetas , galaxias o jardines con un boligrafo y un papel , no te hace diferente .. meditalo

Unknown dijo...

Me parece muy puntual tu definición de cada uno de estos cuatro puntos. Yo creo que la misma ansia de legitimación que se encuentra tras El apego institucional explica también el Prejuicio de la obra y el Hermetismo. Aunque estos dos últimos se expresan de maneras más inmediatas y personales, como ya bien dice Eduardo muchas veces sin fundamentos literarios.

Finalmente creo que todo se explica con la búsqueda de legitimación, ser considerado dentro de cierto canon. El mismo surgimiento de grupos implica ya una voluntad por definir el canon de una generación. Aún cuando considero natural, y hasta benigno, que dentro de un grupo surja momentáneamente el hermetismo, me parece que una vez que se vuelve una actitud consciente (sobre todo cuando se basa en asuntos extraliterarios), revela la falta de argumentos y poesía por parte de quien lo ejerce.